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Abril 25 de 2003
EL TIEMPO
Disputa entre Ejército, paramilitares y guerrilla amenaza resistencia civil de 16 años en La India (Santander)

 
 


Este corregimiento de Landázuri también empieza a padercer la presión del aumento de los cultivos de coca y la proliferación de campos minados

La India, una región galardonada en 1990 con el Premio Nobel Alternativo de Paz, hoy vuelve a ser escenario de combates y desplazamientos, al punto de contar con el único río del país que está controlado por un grupo armado al margen de la ley.

Esta situación ha dado lugar a un informe de riesgo de la Defensoría del Pueblo, que señala cómo las autodefensas ejercen total control sobre el transporte de carga y pasajeros por el río Minero, eje de la actividad maderera, principal renglón económico del corregimiento La India. De esa zona, un pentágono comprendido entre los municipios de Landázuri, Cimitarra, Sucre, Bolívar y La Belleza, han salido las dos últimas alertas de riesgo del organismo.

La India es jurisdicción de Landázuri, al suroccidente de Santander, pero su cercanía geográfica lo ha vuelto un activo socio comercial de Cimitarra (Santander). Cerca de 500 personas viven en el casco urbano, pero se estima que en la región, que cubre predios de municipios vecinos, habitan más de 8.000 personas.

Luego de ser por años el escenario de una escalada violenta, que dejó un saldo de más de 500 campesinos muertos por las balas guerrilleras y paramilitares, los habitantes del lugar conformaron la Asociación de Trabajadores Campesinos del Carare (ATCC) y una vez organizados subieron al monte a llevarles un mensaje a los armados de lado y lado: "A la guerra, no le jalamos".

Bartolo Correa, un campesino de 47 años, vocal de la ATCC, asegura que con el establecimiento de las 12 mil hectáreas de coca, que según estimativos oficiales hay en la provincia, volvió a deteriorarse la situación de la zona como cuando nació la asociación para hacer resistencia.

El labriego sostiene que la llegada de la coca fue puesta en conocimiento del Estado hace cinco años, pero nadie hizo nada. "Nunca ha habido respuesta. Pasamos una solicitud al PLANTE y les dijimos que aquí ya había por lo menos 250 hectáreas sembradas; la respuesta fue que debían haber por lo menos 5.000 hectáreas de coca para poder invertir plata en la sustitución". Esa cifra ya se duplicó y aún no hay nada.

La estrategia que utilizaron para abrir y mantener canales de comunicación con la guerrilla, los paramilitares y el Ejército, hoy se está quedando aislada. "Ave María. Eso nos ha tenido tambaleando. Con la guerrilla hace aproximadamente año y medio no hemos tenido un contacto de diálogo y los paramilitares hace tiempo nos están mamando gallo para reunirnos", concluye Correa.

DESPLAZAMIENTOS "CONCERTADOS"

Como resultado del singular proceso de pacificación de la zona, en La India se ha registrado un fenómeno inusual. Aunque las autoridades dan cuenta de 236 familias (alrededor de 1.000 personas) desplazadas por los enfrentamientos, este fenómeno no ha podido catalogarse como 'desplazamiento forzado'.

El defensor del Pueblo en Santander, David Augusto Peña, asegura que las comunidades son advertidas, por alguno de los bandos, de los combates que se proponen adelantar contra sus enemigos con el fin de que se retiren de la zona y regresen cuando cesen los disparos. "Eso no constituye un desplazamiento forzado".

Pero los habitantes reclaman que se atienda esta problemática. Isabel Cristina Escobar, secretaria de la ATCC, sostiene: "Cada vez es más difícil volver, porque quedan minados los caminos y ya los campesinos no pueden moverse por donde acostumbraban. Muchos no quieren retornar". La Defensoría señaló que se está verificando el caso de las familias que no han podido regresar.

Sin embargo, el comandante de la Decimocuarta Brigada del Ejército, general Edgar Cevallos Mendoza, aseguró que la región "es un remanso de paz". Sus declaraciones fueron hechas el martes pasado en el consejo de gobierno que realizó la Gobernación en Landázuri.

Pese a la nueva amenaza, y al abandono al que se han visto sometido por parte del Estado, los campesinos aseguran que no se darán por vencidos en su intento de sacar adelante la región.

 

WILSON FERNANDO VEGA
LA INDIA, LANDÁZURI (SANTANDER)
Enviado Especial de EL TIEMPO