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16 janvier 2004
EL COLOMBIANO
Francia toma medidas para frenar la entrada de cocaína sudamericana en Europa

 
 


París. Las autoridades francesas tomaron medidas recientemente para frenar el reciente e importante auge de la entrada de cocaína sudamericana en Europa, desplegando policías en Colombia y colaborando estrechamente con los países vecinos, informaron este viernes fuentes policiales.

En los últimos meses del pasado año, policías franceses, españoles y británicos se instalaron en Colombia. En el Caribe, también intervienen patrullas de varios países.

La Oficina Central de Represión del Tráfico Ilícito de Estupefacientes (OCRTIS) abrió una sede en Fort de France (Martinica). En España, la principal puerta de entrada de cocaína en la Unión Europea (UE), se está instalando un centro de control del tráfico marítimo.

Según el presidente de la misión interministerial de la lucha contra la droga y toxicomanía, Didier Jayle, el fenómeno "es preocupante", principalmente porque la cocaína "puede causar problemas de seguridad pública más importantes que la heroína".

En octubre pasado, el Observatorio Europeo de las Drogas y la Toxicomanía (OEDT) expresó una "gran preocupación" por "los resultados toxicológicos de los exámenes de sobredosis, la incautación de droga y los estudios de grupos de alto riesgo".

El hecho de que el mercado norteamericano esté saturado y que se haya incrementado la vigilancia en la frontera entre Estados Unidos y México, incitó a los carteles colombianos a buscar nuevos mercados, explicó una fuente policial francesa.

Hasta hace poco, el narcotráfico destinado a Europa era "artesanal", con "mulas" que ingerían bolas de droga para pasar los controles en los aeropuertos. Pero, un cambio importante se produjo hace dos años.

Alain Labrousse, autor de "Geopolítica y geoestrategia de la droga", señaló "un fortalecimiento considerable de las redes colombianas en España" y la instalación "en los Balcanes y Albania de ´hombres de negocio" colombianos", asociados con los grupos criminales locales.

Ahora, la droga llega en grandes cantidades y sin intermediarios en yates o contenedores por España, Holanda y Francia.

En los primeros nueve meses de 2003, los incautamientos de droga se incrementaron un 8% en Francia.

La llegada de la cocaína sudamericana tuvo una gran repercusión en las estructuras sanitarias que tratan a los consumidoras, ya que éstas estaban preparadas principalmente para la heroína.

Según el OEDT, la tasa de experimentación de la cocaína entre la gente de 18 a 44 años pasó en Francia de 1,2% a 3,3% en 2002.

Según un estudio del Observatorio Francés de las Drogas y Toxicomanías (OFDT), los consumidores ya no forman parte de una clase social acomodada. Gente en situación precaria también se deja seducir por esta droga.

El fenómeno es perceptible en las afueras de las ciudades francesas, pese al precio todavía elevado de la cocaína, cuyo gramo se vende entre 50 y 80 euros (60 y 100 dólares).
AFP