París. Las autoridades francesas tomaron medidas recientemente
para frenar el reciente e importante auge de la entrada de
cocaína sudamericana en Europa, desplegando policías
en Colombia y colaborando estrechamente con los países
vecinos, informaron este viernes fuentes policiales.
En los últimos meses del pasado año, policías
franceses, españoles y británicos se instalaron
en Colombia. En el Caribe, también intervienen patrullas
de varios países.
La Oficina Central de Represión del Tráfico
Ilícito de Estupefacientes (OCRTIS) abrió una
sede en Fort de France (Martinica). En España, la principal
puerta de entrada de cocaína en la Unión Europea
(UE), se está instalando un centro de control del tráfico
marítimo.
Según el presidente de la misión interministerial
de la lucha contra la droga y toxicomanía, Didier Jayle,
el fenómeno "es preocupante", principalmente
porque la cocaína "puede causar problemas de seguridad
pública más importantes que la heroína".
En octubre pasado, el Observatorio Europeo de las Drogas
y la Toxicomanía (OEDT) expresó una "gran
preocupación" por "los resultados toxicológicos
de los exámenes de sobredosis, la incautación
de droga y los estudios de grupos de alto riesgo".
El hecho de que el mercado norteamericano esté saturado
y que se haya incrementado la vigilancia en la frontera entre
Estados Unidos y México, incitó a los carteles
colombianos a buscar nuevos mercados, explicó una fuente
policial francesa.
Hasta hace poco, el narcotráfico destinado a Europa
era "artesanal", con "mulas" que ingerían
bolas de droga para pasar los controles en los aeropuertos.
Pero, un cambio importante se produjo hace dos años.
Alain Labrousse, autor de "Geopolítica y geoestrategia
de la droga", señaló "un fortalecimiento
considerable de las redes colombianas en España"
y la instalación "en los Balcanes y Albania de
´hombres de negocio" colombianos", asociados
con los grupos criminales locales.
Ahora, la droga llega en grandes cantidades y sin intermediarios
en yates o contenedores por España, Holanda y Francia.
En los primeros nueve meses de 2003, los incautamientos de
droga se incrementaron un 8% en Francia.
La llegada de la cocaína sudamericana tuvo una gran
repercusión en las estructuras sanitarias que tratan
a los consumidoras, ya que éstas estaban preparadas
principalmente para la heroína.
Según el OEDT, la tasa de experimentación de
la cocaína entre la gente de 18 a 44 años pasó
en Francia de 1,2% a 3,3% en 2002.
Según un estudio del Observatorio Francés de
las Drogas y Toxicomanías (OFDT), los consumidores
ya no forman parte de una clase social acomodada. Gente en
situación precaria también se deja seducir por
esta droga.
El fenómeno es perceptible en las afueras de las ciudades
francesas, pese al precio todavía elevado de la cocaína,
cuyo gramo se vende entre 50 y 80 euros (60 y 100 dólares).
AFP
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