Así lo hizo saber la Oficina de la Contraloría
General (GAO), órgano investigador del Congreso estadounidense,
que esta semana publicó un informe al respecto, en
el que se manifiesta que "dificultades económicas
y administrativas" impedirían dicha transferencia.
Aún más, E.U. deberá seguir aportando,
a partir de esa fecha y como mínimo, 230 millones de
dólares anuales si no quiere que esos programas, considerados
punta de lanza en su guerra contra las drogas, sean suspendidos.
Según la GAO, cuando se dio inicio al Plan Colombia
en el 2000, se previó que una vez se entregaran más
de 72 helicópteros y se adelantaran los respectivos
entrenamientos para pilotearlos y mantenerlos, Colombia podría
asumir plenamente en el 2006 los operativos que adelanta la
Brigada Antinarcóticos del Ejército con apoyo
de E.U.
Pero, de acuerdo con el órgano investigador, "una
serie de problemas no previstos impedirán que esto
suceda". El Ejército de Colombia -dice el informe-
no cuenta ni contará en el futuro próximo con
los pilotos y mecánicos necesarios para realizar las
misiones y por lo tanto seguirán dependiendo de los
"contratistas" al servicio del Gobierno de E.U.
:: 'LA POLICÍA NO ACEPTÓ'
En el momento hay 117 pilotos colombianos entrenándose
para poder volar helicópteros Black Hawk y Huey ll.
Este entrenamiento, sin embargo, se considera "básico"
y necesitarán de dos a tres años más
para poder comandar uno de estos aparatos.
En el caso de los mecánicos, hay 105 hombres ya entrenados,
pero necesitarán de tres a cinco años más
de entrenamientos para obtener la certificación que
se requiere para darles servicio a este tipo de aparatos.
E.U., por consiguiente, deberá pagar por ese entrenamiento,
que en total podría tomarse de cinco a seis años
más.
Otro de los problemas encontrados por la GAO es que los
pilotos, una vez entrenados, abandonan sus puestos. "A
pesar de que los acuerdos bilaterales E.U.-Colombia prevén
que estos deben permanecer dos años en servicio, no
siempre es el caso. De 19 pilotos entrenados para comandar
Hueys UH-1H, solo uno permanecía", dice el reporte.
'La Policía no aceptó'
Con la Policía sucede algo similar. De acuerdo con
la GAO, en vista de lo riesgosas que resultaban las misiones
de fumigación, la embajada en Bogotá diseñó
un programa para entregar a la Policía de Colombia
el control de las operaciones que hoy están en manos
de los contratistas.
Pero, dice la GAO, la Policía no aceptó el
programa y por lo tanto los costos para E.U. se mantuvieron
e incluso aumentaron a medida que se extendió la fumigación
de cultivos en el país. Como en el caso de la Policía,
tampoco hay ni pilotos ni mecánicos suficientes.
La GAO advierte que los 230 millones anuales mencionados
no incluyen los costos de otros programas que financia E.U.,
"como la interdicción aérea y terrestre,
el desarrollo alternativo, la reforma al sector judicial y
la atención al desplazamiento interno de personas".
Aún si estos problemas se resolvieran, afirma la
GAO, será improbable que E.U. pueda "desenchufarse"
de Colombia, pues el país no cuenta con los recursos
necesarios para mantener los programas en marcha sin la asistencia
estadounidense. "Las precarias condiciones económicas
del país" y los costos del conflicto interno "hacen
que la capacidad del Estado sea muy limitada".
La GAO afirma que Colombia y su futuro importan a E.U.,
pero advierte que los altos costos de la guerra contra el
terrorismo en Irak, Afganistán y Oriente Medio han
hecho imperativo que E.U. considere con cuidado los recursos
que se gasta en otros países. En el caso de Colombia,
dice, "todavía no hay un estimativo de los costos
del programa en el futuro, cuando terminará y cómo
piensan lograrlo".
El reporte de la GAO fue elaborado por su director de Asuntos
Internacionales y de Comercio, Jess Ford.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de ELTIEMPO
Washington
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