Mediante un informe, la organización
sostiene que en los últimos cinco años la cifra
ha bajado hasta las 153 mil hectáreas sembradas.
El estudio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la
Droga y el Delito (ONUDD) sobre las plantaciones de coca en
Colombia, Perú y Bolivia, donde se produce la práctica
totalidad del cultivo planetario, ha sido presentado este
año por primera vez de forma conjunta y se basa en
la monitorización por satélite del terreno.
"La disminución es sostenida desde el año
2000 y tenemos la esperanza de que vaya a seguir así.
El compromiso de los tres gobiernos es muy fuerte en seguir
con la erradicación combinada con programas de desarrollo
alternativo" aseguró a EFE Cristina Albertin,
directora de la ONUDD para América Latina.
El informe, realizado con datos de 2003, muestra que Colombia
con 86.000 hectáreas sigue siendo el mayor productor
del mundo, aunque con una disminución del 16 por ciento
en el último año y con una reducción
del 47 por ciento desde 2000, cuando se alcanzaron las 163.300
hectáreas de cultivo de coca.
"Es el resultado más alentador de los estudios
de coca realizados este año por las Naciones Unidas
en la región", señaló la directora
del organismo de la ONU en una declaración difundida
en Viena.
A pesar de los buenos datos, Albertin señaló
que el principal problema consiste en que "el interés
de los donantes, de quienes dependemos, va hacia otras zonas
como Asia Central o Afganistán. Hay una reducción
de interés para América Latina".
En Perú, que a principios de los años noventa
del pasado siglo fue el mayor productor mundial de coca, también
se ha registrado una gran disminución, hasta un 13
por ciento menos que en 1998, mientras que en 2003 se contabilizaron
44.200 hectáreas frente a las 46.700 de 2002.
En Bolivia se realizó el primer estudio a nivel nacional,
por lo que Albertin señaló que sus resultados,
que alcanzan las 23.600 hectáreas, no podían
compararse con datos anteriores, aunque se advierte un aumento
"inquietante" de los cultivos en la región
de Yungas de la Paz.
En esta cifra se incluyen las 12.000 hectáreas que
Bolivia dedica al consumo interno para formas tradicionales
como el mascado de coca, que tiene profundas raíces
sociales.
La disminución de la extensión del cultivo
resulta mucho más aguda en Colombia debido a la erradicación
forzosa por fumigación aérea.
En "Colombia esta claro que el Gobierno se ha decidido
por la fumigación, mientras que en Bolivia siempre
ha habido erradicación manual y en Perú se ha
combinado la erradicación manual con la voluntaria",
explicó Albertin.
Thomas Pietschmann, analista de la ONUDD, aclaró a
EFE que esta disminución del cultivo supone un 29 por
ciento menos de toneladas métricas de cocaína
para el mercado desde 1999, quedando para 2003 en 655 toneladas.
El analista también señaló que, a medida
que se reduce la extensión del cultivo de coca, los
campesinos reciben más por hectárea por parte
de los narcos.
Los campesinos siguen recibiendo 615 millones de dólares
por el cultivo de esta planta, 350 en Colombia, 112 en Perú
y 153 en Bolivia, y sigue siendo un cebo para personas empobrecidas,
explicó Pietschmann.
El antídoto para esta situación son cultivos
alternativos que ofrezcan ingresos dignos a los habitantes
de zonas rurales, lo que les evite caer en el cultivo de sustancias
ilegales.
Cristina Albertin aseguró también a EFE que
Ecuador y Venezuela recibirán en breve una misión
del ONUDD.
"Para Ecuador estamos planificado hacer un informe porque
existe la preocupación de que la coca de Colombia,
a causa de la fumigación, se desplace a Ecuador. Eso
es lo que queremos verificar", señaló Albertin.
"En Venezuela nos han pedido ir a hacer un primer reconocimiento,
así que no estamos hablando de hacer un informe, sino
una primera misión", añadió.
Viena
Con EFE
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