El frente de batalla más intenso es un vasto sector
del Tolima que gira alrededor del cañón de Las
Hermosas, un punto clave de comercio de amapola y desde donde
las Farc atacan Ibagué, Armenia y La Línea.
La última ofensiva del Ejército, iniciada el
pasado 15 de febrero, está centrada en la reconquista
de sitios clave para la guerrilla, por comercio de droga o
porque constituyen corredores fundamentales de movilización
de los subversivos.
Los enfrentamientos se han presentado en Tolima, Cauca, Chocó,
Huila, Guaviare, Meta, Antioquia, Boyacá, La Guajira
y Cesar. Hasta el momento arrojan un total de 157 muertos
y 181 capturados. Doce soldados han caído, sobre todo
por campos minados. En la avanzada de la Fuerza Pública,
15 civiles secuestrados han sido liberados y 10 paramilitares
han sido muertos.
El frente de combate más importante se presenta en
una vasta zona del Tolima ubicada entre los municipios de
Roncesvalles, Chaparral, Anaime, Rovira, Ortega, San Antonio
y Anzoátegui, que tienen como eje el cañón
de las Hermosas, un santuario de las Farc que es uno de los
centros de comercio de látex de amapola más
importantes del país.
Según el general Lelio Fadul Suárez, comandante
de la Sexta Brigada, desde mediados de febrero se han llevado
a cabo las operaciones 'Franco', 'Cárdenas Padilla'
y 'Quimbaya'. Está última se encuentra en pleno
desarrollo.
La intensidad de los operativos tiene la finalidad de recuperar
totalmente el cañón de Las Hermosas. Según
el general Suárez, además del comercio de amapola,
el lugar es neurálgico para las Farc porque constituye
un corredor desde donde los guerrilleros pueden caer fácilmente
sobre Ibagué y Armenia, atacar la vía de La
Línea y replegarse, o entrar hasta el norte del Valle.
En estos enfrentamientos han caído 16 guerrilleros,
46 fueron capturados y 7 se entregaron. Tres soldados han
muerto, y tres oficiales, un suboficial y cinco soldados resultaron
heridos.
El número de hombres involucrado en esta acción
es un secreto, pero se sabe que además de la Sexta
Brigada están participando tropas de los batallones
Rooke, Patriotas, Caicedo y el grupo de contraguerrilla Pijaos.
Uno de los objetivos del Ejército es dar con el paradero
de 'Marlon', cabecilla del frente 21 de las Farc, de 'Enrique',
cabecilla del frente 50, y de 'Jerónimo' y 'Catatumbo'.
El propio general Suárez admitió que ha habido
numerosos bombardeos aéreos sobre la zona, sobre todo
del cañón, con apoyo de la Fuerza Aérea.
"Se trata de una zona minada completamente en la que
hay varios campamentos de los frentes 25 y del 'Tulio Varón',
de las Farc.
Los últimos combates que sostuvieron las fuerzas combinadas
del Ejército y la Fuerza Aérea en el Tolima
se registraron el lunes en zona rural de Chaparral.
REDACCIÓN NACIONAL
Frentes históricos
"El frente 21 de las Farc es uno de los más beligerantes",
dice el general Lelio Fadul Suárez Tocarruncho, comandante
de la Sexta Brigada del Ejército. Ese grupo está
comandado por Luis Eduardo Rayo, 'Marlon', y tiene como área
de influencia Ibagué, Rovira, Roncesvalles, Ortega,
San Luis, Valle de San Juan, Chaparral, Rioblanco y Ortega.
El frente 25, por su parte, tiene injerencia en Villarrica,
Cunday, Icononzo, Prado, Dolores y Alpujarra e incluso en
Carmen de Apicalá y Melgar. Su comandante es Enelio
Gaona Ospina, 'Bertil'.
Estos dos grupos ocupan una zona de gran importancia estratégica
e histórica para las Farc, ya que dominan corredores
que ese grupo usó para establecerse en Valle y Cauca,
además de Huila y Caquetá.
El frente 21 es recordado por la toma de Roncesvalles (Tolima),
en la que murieron 13 agentes de Policía, y por el
asesinato del alcalde de San Antonio (Tolima) Belisario Tao
Useche.
El 25 es 'célebre' por la toma y destrucción
de Prado, Dolores y Villarrica (todos en Tolima), en 1997.
Según Suárez, actualmente estos grupos "se
financian por medio del tráfico de drogas, el secuestro
y la extorsión".
La feria del látex en el cañón
San José de las Hermosas figura en los mapas como
una inspección de policía de Chaparral. Está
al final del cañón del mismo nombre y allí
se levantan unas 50 casas en ladrillos que albergan a unos
250 labriegos que alternan el cultivo de fríjol bala,
arveja y cítricos con el de la amapola.
Este sitio, así como las veredas El Parador, La Virgen,
El Salado, Santa Bárbara, La Arenosa y Naranjal se
rotan semanalmente como sedes de la venta del látex
que se extrae de la amapola y sustancia principal con la que
se produce la heroína.
Nunca se sabe con exactitud el punto donde se va a llegar
a negociar el látex. Eso lo determina la guerrilla
y se pasa la voz a lo largo del cañón el jueves
o el viernes de cada semana. De esa manera, el sábado
se reúnen en alguna de esas veredas decenas de compradores
de la goma, que en este sitio es denominada 'Mancha', así
como centenares de campesinos que la traen desde sus cultivos
a pie, a lomo de mula o en buses de línea.
Los compradores salen a las 3 de la mañana de Chaparral
en un viejo camión escalera o en jeeps Willis. El viaje
dura por lo menos tres horas. A las 6 a.m., después
de pasar por varios retenes guerrilleros, se llega al sitio
escogido en cada ocasión por las Farc.
El equipaje de la mayoría de viajeros es una simple
mochila tejida en la que cargan la goma a vender. Hacia las
9 de la mañana el sitio ya es un hervidero humano donde
un kilo de látex puede pasar del millón de pesos.
Con la mercancía comprada, los dueños de los
numerosos laboratorios de droga que pululan en las laderas
del mismo cañón se marchan a iniciar el proceso
de producción de la heroína, que apenas dura
dos horas y que se puede vender en unos 15 millones de pesos
el kilo.
Entre compradores y vendedores se mezclan guerrilleros del
frente 21 de las Farc, quienes tienen como función
mantener el orden en las ventas de látex, no permitir
que se venda mercancía rebajada (de mala calidad) y
evitar los atracos.
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