24 mars 2004
EL TIEMPO
No habrá aspersión de
cultivos ilícitos en parques naturales mientras se
evalúa erradicación manual
El Ministerio de Medio Ambiente estudiará
la posibilidad de utilizar el glifosato en los parques naturales
solo si fracasa la erradicación voluntaria.
Es una alternativa que no ha sido descartada del todo pero
que tampoco se ve cercana, pues el Ministerio de Ambiente,
Vivienda y Desarrollo Territorial ha puesto todo su empeño
en que el sistema manual acabe con la coca y la amapola que
invaden las áreas protegidas de Colombia (hasta diciembre
del 2002 había 4.517 hectáreas sembradas con
coca).
Sin embargo, la titular de esa cartera, Sandra Suárez,
advirtió que si esta opción no funciona "habrá
que evaluar otros métodos, pues los parques no se pueden
convertir en santuarios de la ilegalidad".
Por disposición del Consejo Nacional de Estupefacientes,
los otros métodos a los que se refiere tienen que ver
con la aspersión con glifosato, "obviamente, con
todas las condiciones técnicas y ambientales, con análisis
de impacto y bajo la supervisión de una comisión
de expertos que se establecerá para tal fin",
aclaró la Ministra.
Con componente social
La erradicación manual es un sistema que ha servido
para involucrar a las comunidades aledañas a los parques,
vincularlas al problema y lograr una "reconstrucción
del tejido social", como explicó la directora
de la Unidad Especial de Parques Naturales Nacionales, Julia
Miranda.
"El trabajo que se adelanta en los parques es con la
comunidad, que es la mejor manera para avanzar en los procesos
de protección y recuperación de estas zonas
tan importantes para el país", recalcó.
Actualmente hay varios proyectos que apoyan a familias comprometidas
con la conservación de las áreas protegidas.
Uno de ellos es el de familias guardabosques, al cual ya pertenecen
3.000, con apoyo económico del gobierno.
Otro es Ecoandino que, con el apoyo de la FAO, cuenta con
una partida de 4.000 millones de pesos que se entregan, en
especie, a 10.700 hogares.
De todas maneras, el Ministerio está buscando recursos
de cooperación internacional para afianzar aún
más la erradicación manual y extenderla a todas
las áreas naturales protegidas, cuya extensión
alcanza los 10 millones de hectáreas.
Hasta diciembre del 2002 había 5.000 hectáreas
sembradas con cultivos ilícitos dentro de los parques,
de las cuales, 4.517 eran de coca, según datos del
Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos
(Simci). Los más afectados son el Catatumbo, la Macarena
y el Nukak.
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