En Buenos Aires, discutieron sobre la estrategia para insistir
en la lucha contra los subsidios agrícolas.
Antes de la cumbre de Cancún era el G-20. En Cancún,
el G-21. Pero en menos de una semana, la que está terminando,
llegó a ser G-22 para quedar en G-17.
Esa es la historia del grupo de países en vías
de desarrollo liderados por India y Brasil y la significativa
participación de China, que luchan por defender a sus
agricultores de la competencia desleal con productos subsidiados
de los países industrializados, y de llevar sus propuestas
a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Ayer en Buenos Aires, el G-22 tuvo una reunión informal
de cancilleres y otros funcionarios de los países del
grupo, en medio del 'fuego' de advertencias de Estados Unidos
contra los países que participan en esa iniciativa
y que a la vez aspiran a un acuerdo de libre comercio con
el país norteamericano.
Así, mientras en la capital argentina el G-22 hacía
propuestas para volver a plantear en la próxima reunión
de la OMC, en Ginebra en diciembre, el desmonte de los subsidios
de los países ricos, la ofensiva estadounidense lograba
una quinta 'baja' en serie, la de Guatemala, cuando aún
no se digería la sorpresiva deserción de Costa
Rica, 24 horas antes.
Costa Rica anunció su salida del grupo a pesar de
que unos días antes su presidente, Abel Pacheco le
había dicho al representante comercial de Estados Unidos,
Robert Zoellick, que su país seguiría "en
el G-22 para defender sus intereses agrícolas".
"Para nosotros es una verdadera vergüenza, pues
además de evidenciar la imposición de Estados
Unidos sobre nuestras decisiones, deja al país desprotegido
en el tema agrario", dijo el secretario general de la
Unión Nacional de Productores de Costa Rica (Upanacional),
Lorenzo Cambronero.
Desde la reunión de Cancún, fueron saliendo
uno a uno del grupo, El Salvador, Perú, Colombia, Costa
Rica y Guatemala, y se comenta que Ecuador será el
próximo. Los abandonos pueden ser dolorosos por tratarse
de naciones latinoamericanas, pero no resta nada a la substancia
del G-22, aseguró a la agencia Efe el embajador brasileño
ante la OMC, Luiz Felipe de Seixas Correa.
Preguntado por las presiones del Congreso y del Gobierno
de Estados Unidos, Seixas dice no querer pronunciarse sobre
cuáles hayan sido las motivaciones de los que se han
salido.
Al terminar la reunión de ayer, se entregó
una declaración en la que los países participantes
dicen que coinciden en "que el sistema multilateral de
comercio es esencial para continuar con el proceso de liberalización
comercial sobre bases justas y equilibradas".
La declaración fue firmada por Argentina, Bolivia,
Brasil, Chile, China, Cuba, Egipto, India, México,
Paraguay, Sudáfrica y Venezuela.
Señalaron que "el concepto fundamental de la
ronda de Doha (de noviembre del 2001) es el desarrollo y la
agricultura es la parte central de las negociaciones".
El canciller argentino Rafael Bielsa, en su condición
de portavoz, dijo que "la reunión de hoy (ayer)
buscó desescalar el lenguaje confrontativo. No fue
una reunión del G-22, o del G-X, o como quieran llamarlo,
sino de países que tenemos una visión semejante
de las negociaciones agrícolas".
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